cuento
Festival de Bandoneón de Krefeld: Andrea y Armin Arabi con el Quinteto Ángel
Autor: Juan Carlos Tellechea
El 15º arrancó este sábado con una maravillosa velada de tango: música y danza desde finales del siglo XIX a cargo del brillante Quinteto Ángel (bandoneón, violín, violonchelo, contrabajo y piano) con la experimentada pareja de bailarines de Andrea y Armin Arabi.
apertura exitosa
Música y danza combinadas
La Edad de Oro del Tango
Público entusiasta
Apertura exitosa
El alcalde de Krefeld, Frank Meyer, se mostró muy complacido por la creciente y calurosa acogida que tienen estos eventos bienales de esmerada calidad. Esta ciudad a orillas del Rin viene conmemorando desde 2021, con una extraordinaria serie de actos culturales, el centenario del nacimiento en Mar del Plata del célebre compositor Astor Piazzolla, el 11 de marzo de 1921, y el 30º aniversario de su fallecimiento en Buenos Aires, el 4 de julio de 1992.
Krefeld celebrará el año próximo el 650º aniversario de su fundación y el destacado coreógrafo Robert North estrenará el 27 de mayo con su aclamada compañía de ballet una pieza alusiva a la historia de la ciudad y del inventor del bandoneón, Heinrich Band, titulada “Bandoneon Projekt“, con música del laureado compositor André Parfenov.
Música y danza combinadas
La apertura del presente festival, con entradas agotadas ni bien puestas en venta hace cuatro semanas, tuvo lugar en el centro cultural “Fábrica Heeder“ (antigua manufctura de papeles pintados) de Krefeld, cuyo piso fue completamente renovado hace unos meses para el estreno de este espectáculo.
La velada de tango instrumental y bailado, con el bandoneonista Christian Gerber y su Quinteto Ángel de música típica rioplatense, nos lleva por una senda de entrañables composiciones como “Desde el alma“, de la inolvidable Rosita Melo, un legendario vals criollo exquisitamente interpretado por el binomio de Andrea y Armin.
Ambos fascinaron al público además con sus sensuales “cortes“, “quebradas“, “corridas“ y “sentadas“ en “Mi refugio“, de Juan Carlos Cobián; “Café Domínguez“, del memorable Ángel d’Agostino; “Melancólico“, del monumental Julián Plaza; y en los bises el milongón “Reliquias porteñas“, de Graciano De Leone (al que le pusiera mítica letra el eximio vate Celedonio Flores):
Reliquias porteñas
“Compás de tango compadre
de repique sobrador,
y argumento de comadre
refranero y decidor,
milonga de organillero
en el suburbio tristón…
Es inútil que me quieran disfrazar
yo soy milonga nomás…
Campana del aguatero
de son alborotador,
mandolín de peluquero
que fue un gran conversador,
salud de vasco lechero
puerta abierta y aldabón…
Es inútil que me quieran disfrazar
yo soy milonga nomás…
Payada del tiempo viejo
que ya no se escucha más,
el alerta de los cuarteles
que repite: Alerta está.
Hombría de un hombre guapo
al morir sin perdonar…
Es inútil que me quieran disfrazar
yo soy milonga nomás…“
Andrea, quien integró el Ballet Folclórico de Chile, y se formó como intérprete y pedagoga en danza en la academia de los maestros Joan Jara y Patricio Bunster, en Santiago de Chile, así como en la Universidad de las Artes Folkwang, de Essen, se dedica a la docencia del tango en Alemania desde hace dos décadas. En declaraciones a www.mundoclasico.com la maravillosa bailarina y excelente profesora sostiene que la danza del tango es el género “más genuino y espontáneo“ que ha interpretado en su carrera artística:
“Hay momentos en los que no es necesario vivir contando las horas del día; toda tu vida está reflejada en una noche, cuando bailas tango. Esto lo experimenté cuando visité por primera vez Buenos Aires y compartí pista tanto con jóvenes como con personas de edad avanzada con una alegría increíble. La energía que te brinda este baile es impactante e inefable“.
La Edad de Oro del Tango
El Quinteto Ángel suena elegante, fresco, ágil, ligero, con tonos cálidos e ingenio en la ejecución. Sus músicos preservan aquellos fabulosos estilos de las grandes y memorables orquestas típicas de la Edad de Oro del tango, allá por 1940. A la vuelta de cada esquina espera una nueva sorpresa al oyente en este conjuro, con arreglos y transcripciones del bandoneonista Christian Gerber y el pianista Frank Schulte.
En declaraciones a www.mundoclasico.com Gerber explicó por qué eligió este programa para la inauguración del festival y por qué la música de Astor Piazzolla tiene tanto impacto en el público de nuestros días:
“Krefeld, como cuna del bandoneón, tiene naturalmente una conexión muy especial con el tango, que en cierto modo ‘adoptó’ este instrumento que casi se creía olvidado en Alemania y le dio un nuevo hogar musical. Por su enorme poder creativo y su presencia internacional, Astor Piazzolla ha contribuido decisivamente a que tanto el tango como el bandoneón sean hoy más populares que nunca“.
“Por ello, para la inauguración del Festival de Bandonéon de Krefeld, hemos elegido un programa que sigue de cerca el repertorio de nuestro último álbum grabado en estudio “Alma, corazón y vida”. Se estrenó el año pasado, en 2021: el año en el que el protagonista del Tango Nuevo, Astor Piazzolla, habría cumplido 100 años, y el epónimo del Bandoneón, Heinrich Band, sus 200 años. En este concierto, nos centramos deliberadamente en Astor Piazzolla no solo como compositor, sino también como intérprete y arreglista“.
“Los inicios de su carrera como bandoneonista en la orquesta de Aníbal Troilo así como los arreglos para su Gran orquesta típica de 1946 – 1948 se yuxtaponen a sus propias composiciones, que escribió en años posteriores para otras instrumentaciones más modernas, como el Octeto Buenos Aires o su Quinteto Tango Nuevo. Paralelamente, Osvaldo Pugliese, Horacio Salgán y Emilio Balcarce, otros músicos de tango progresivo, pioneros (como Eduardo Rovira) y compañeros de Piazzolla, tienen su lugar en el repertorio de la velada“.
“Decía el poeta, dramaturgo y novelista romántico francés Víctor Hugo: ‘La música expresa lo que no se puede decir y lo que es imposible callar’. “Teniendo esto en cuenta, tengo que decir que la razón de la fascinación y el entusiasmo que la música de Piazzolla inspira a tanta gente -incluidos nosotros como Quinteto Ángel- es difícil de resumir en pocas palabras. Creo que su poder reside tanto en su honestidad e inmediatez como en su poderosa y a menudo descarnada emotividad. Es una música de cámara compleja e inteligente, pero siempre pegadiza y conmovedora al mismo tiempo. Al igual que el propio Piazzolla estaba influenciado por Buenos Aires, así como por Nueva York y París, su música tampoco conoce fronteras nacionales. Dos años antes de su muerte, escribió: “No soy un fanfarrón. Mi música puede gustar o no, pero nadie negará su calidad. Está bien orquestada, es nueva, de este siglo, huele a tango, y por eso es atractiva en todo el mundo“.
El embeleso y la euforia de la platea iban en aumento a medida que avanzaba la velada con este excepcional programa: la desafiante milonga “Bordoneo y novecientos“, del genial Osvaldo Ruggiero, con gran entrega del Quinteto Ángel; los entrañables tangos “La bordona“, de Emilio Balcarce, y “Tierra querida“, de Julio De Caro; “A Evaristo Carriego“, de Eduardo Rovira, uno de los primeros innovadores del tango junto con Astor Piazzolla; el tango criollo “Gran Hotel Victoria“, de Feliciano Latasa; el tradicional “Pobre gallo bataraz“, de José Ricardo…y el sentimental vals “Loca de amor“, del gran payador (cantor popular) Pablo Vázquez.
Público entusiasta
Alternando entre tema y tema algunas de las composiciones más y menos conocidas de todas las épocas de Astor Piazzolla, a cual de ellas más seductora y entradora en el alma del público asistente: “Triunfal“, “Villeguita“, “Romance del diablo“, “Melancólico Buenos Aires“, “Revirado“, “Zum“, “Adiós Nonino“, “Escualo“, y “Concierto para Quinteto“.
Las ovaciones al final no podían ser menos que incontenibles. El público no abandonaba la sala por propia voluntad, arrobado por la magia de esta velada tanguera tan variada.
Este artículo apareció por primera vez en el sitio web www.mundoclasico.com. Le agradecemos su amable apoyo.