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Autor: Juan Carlos Tellechea | Fotos: Michael Reinicke/Uwe Arens

Lo que está muy claro es que Astor Piazzolla tenía en mente crear un tango que la gente escuchara, y lo consiguió con creces. El tango se ha “sinfonizado”, no cabe la menor duda. Dos virtuosos de nueva generación, el bandoneonista Omar Massa y el concertista de guitarra Jerzy Chwastyk, fascinaron desde un primer instante a la platea en este recital del 15º Festival de Bandoneón de Krefeld, uniendo en el programa obras de Piazzolla y del propio Massa, así como del Barroco europeo e iberoamericano.

Armonías locas y mágicas

Uno de los instrumentos musicales más bellos del mundo

Sobresalientes solos de guitarra

Riqueza musical

Armonías locas y mágicas

Massa, uno de los más exquisitos intérpretes de bandoneón de los últimos tiempos, se destaca por un toque claro, transparente y sensible, tendiendo puentes entre la música clásica y su propia obra compositiva, que evoluciona desarrollándose con nuevas proyecciones en este siglo XXI.

Manifiestamente, Piazzolla se buscaba y se superaba siempre a sí mismo, como él mismo lo decía hasta sus últimos años. Massa hace suya esta consigna ante la creación artística y explora con su instrumento armonías locas en “Negro liso“ y mágicas en la suite “Tango Lullaby“, una tierna composición que escribiera cuando nació una sobrina suya en Buenos Aires.

Para Massa fue éste “un encuentro muy emotivo con Krefeld, la ciudad que diera nacimiento al bandoneón, el instrumento que con el tiempo se convirtió en la voz mi ciudad“, decía el músico ante las ovaciones del público, mientras algunas lágrimas asomaban a sus ojos al pronunciar estas conmovidas palabras.

Uno de los instrumentos musicales más bellos del mundo

Un instrumento similar al suyo, un doble “A“ (Alfred Arnold), con teclado “Renano“, como el que inventara Heinrich Band en 1850, y construido a finales de la década de 1930, fue desarmado y sesudamente analizado ante la platea, y antes del comienzo del concierto, por el restaurador de bandoneones Carsten Heveling, de Wuppertal, ganador del Premio Festival de Bandoneón de Krefeld 2020 (entregado en 2021).

En opinión de Carsten Heveling: “El bandoneón es uno de los instrumentos musicales más bellos del mundo. El modelo de exportación, que se difundió ampliamente en Buenos Aires y Montevideo, está construido con un tono de octava que lo distingue de otros modelos estándar afinados de forma flotante (trémolo o ‘musette’ comparable al acordeón)“.

La alta calidad de estos “fueyes“, como popularmente se los alaba en la jerga local del Río de la Plata, “no creo que solo dependa de las aleaciones de los metales utilizados para sus lengüetas (de acero) y platinas (de zinc), como se sostiene a menudo, sino de la esmerada construcción y de su mecánica, que reacciona de inmediato y confiablemente a los requerimientos de sus intérpretes“, afirmó Heveling ante una consulta de www.mundoclasico.com, durante el intervalo de la velada. Carsten Heveling ha comprometido para las próximas semanas un reportaje en su taller de restauración con nuestro diario internacional.

Sobresalientes solos de guitarra

El programa del binomio Massa – Chwastyk se extendió por obras más y menos conocidas de Piazzolla, con la introspección y melancolía de “Adiós Nonino“,  el fervor del “Ave María“, la intensidad de “Libertango“.

La velada concluyó con la garra de la serie “History of Tango“, con la picardía y el genuino sabor del milongón “Bordel 1900“, el nostálgico “Cafe 1930“, el sentimiento de “Nightclub 1960“, y el enfatizado ritmo de “Concert d’aujourd’hui“, retrotrayéndonos a las vertientes africanas desplegadas por toda América Latina.

Excelentes fueron los solos de guitarra de Jerzy Chwastyk en “Romántico“ y en “Acentuado“, de las cinco piezas para ese instrumento compuestas por Piazzolla en la década de 1970, así como el solo de bandoneón de Omar Massa en “Obra de lleno de séptimo tono“, del escasamente conocido Joseph Torres y Vergara, probablemente organista de la catedral de ciudad México, de quien en 1993 se  publicaron por primera vez 11 piezas suyas para órgano, testimonio de la práctica musical en ese país mesoamericano durante el Barroco.

Del Barroco europeo, Massa y Chwastyk embelesaron a los asistentes con transcripciones para bandoneón y guitarra de la Sonata en sol mayor de Ernst Gottlieb Baron, y del Concierto en re menor de Alessandro Marcello, que debe a su vez su popularidad a una transcripción para clavecín (BWV 974) que hiciera Johann Sebastian Bach allá por 1712.

Riqueza musical

Ante las ovaciones y exclamaciones de aprobación del público, el bandoneonista argentino y el guitarrista polaco repitieron “Libertango“ con todo el calor, el vigor y la intensidad que demanda esta fulgurante obra de Piazzolla, con su particular sinergia de sonidos e imágenes. Una música por derecho propio que también funciona bien en estas versiones más íntimas, sin restar nada al poder evocador de estas composiciones ni a su riqueza temática y emocional.

Este artículo apareció por primera vez en el sitio web www.mundoclasico.com. Le agradecemos su amable apoyo.